Como en el caso de un pintor, que se enfrenta a la tela en su caballete. Necesitamos un modelo compartido. Con un lenguaje común, que nos permita trabajar en el diseño que va a ser plasmado.
Este proceso puede tener distintas complejidades, según las actividades que estén involucradas. Y en algunas empresas que tengan más de una actividad o unidad de negocio; es probable que tengan un modelo de negocio para cada una y estos estén relacionados en la operación del día a día.
El modelo representado va a tener una dinámica en su operación, es decir no es estático. Y va a trabajar con una estrategia de fondo.
Muchas veces en el mundo de los negocios se compara las estrategias con un juego de ajedrez, donde el tablero simula el campo de batalla, con dos ejércitos enfrentándose, donde ambos parten en igualdad de condiciones. Pero uno gana el juego gracias a la estrategia.
En el tablero se tiene torres, caballos, alfiles, peones, una reina o dama y el rey. Cada pieza tiene un movimiento particular y cumple con reglas definidas en el juego. Podríamos ver cada tipo de pieza como un módulo particular, y tendríamos que estudiar sus características por separado.
En lo modelos de negocio, se busca representar las actividades por estos módulos, y existen varias formas de graficar o presentar un negocio.
Una de las más clásicas es en base a responder una serie de preguntas que, si están orientadas a dar solución a una problemática, van a ser de utilidad para cualquier modelo de negocio.
¿Cuál es el Problema?
¿Qué es lo que se ofrece?
¿Cómo se soluciona la problemática, con lo ofrecido?
¿Quién es el que tiene el problema?
¿Esta solución es valorada?
Estas respuestas comienzan a dibujar la relación que se tiene con el cliente o el que es afectado por la problemática. Y de ellas van a nacer otras nuevas relaciones en base, a lo que se pueda hacer u ofrecer como solución. Ya que lo más probable es que esta solución producto o servicio, debe pasar por un proceso de elaboración, involucrando a una serie de personas y procesos.
Como antes hablamos del ajedrez, donde cada pieza podía ser un módulo, aquí las actividades son individualizadas. Y las distintas combinaciones de piezas en el tablero, van generando figuras que impiden el movimiento del contrincante. Esto es la estrategia del juego.
Para nuestro caso, los módulos se relacionarán mostrando las distintas combinaciones estratégicas que permitan obtener un beneficio, que normalmente se va a ver reflejado en un ingreso monetario.
Existen distintas formas de representar un negocio, como también cada uno de sus procesos. Donde se busca entender el comportamiento, como también controlar que un proceso esté operando de forma correcta con mediciones similares al control de la presión en una visita al médico.
Lo que buscamos es contar con un modelo simple que nos ayude a reflexionar sobre la operación. Para lo cual podemos utilizar uno de los más extendidos hoy en día. The business model canvas.
En este modelo se divide el negocio en 9 módulos, que comprimen una serie de información y análisis previos. Y permiten representar en un lienzo o dibujo las características y relaciones de clientes, la oferta existente, la infraestructura necesaria y la vialidad económica del negocio.
Los módulos de este modelo son segmentos de mercado, relaciones con clientes, propuesta de valor, canales, actividades claves, asociaciones claves, recursos claves, fuentes de ingreso y estructura de costos. Donde se representa, el resumen de un estudio más detallado, como por ejemplo las conclusiones de un estudio de mercado.