Si eres un empresario o quieres crear tu empresa y convertirte en empresario, estás constantemente pensando en cuál es la forma de que tu proyecto funcione de la mejor manera posible y de tener las herramientas necesarias para poder encontrar el mejor camino en cada giro o cada obstáculo que se presente.
Una empresa, un emprendimiento, un negocio o como quieras llamarlo, nace con una idea que cumple ciertas características que imaginamos y visualizamos, esta idea se transforma en un “hijo” al que vemos nacer, moverse, hablarnos y empezar a crecer. Entonces, de ¿qué manera ayudamos a este hijo a que vaya por el camino que queremos que vaya? ¿Cómo trazamos el camino para que nos permita poner un bloque de pavimento nuevo cada vez que el camino se tuerza un poco o nos encontremos en un punto del que no sabemos por dónde continuar?
En estos tiempos cuando necesitamos saber algo, cualquier cosa, podemos buscar en internet escribiendo las preguntas que tenemos y esperando que el resultado sea claro. Es así como nos enfrentamos a diferentes opciones, diferentes títulos y páginas que nos dicen tener la repuesta. Es en ese momento cuando decidimos si abrir la primera, la segunda, la que tiene imágenes, la que parece más seria……cada una ellas, nos dará información y nos mostrará a alguien opinando sobre la base de teorías y paradigmas de como debiera hacerse todo para que sea exitoso. Si es una comida que quiero aprender a hacer, cada opción de la búsqueda nos dará una receta que contiene casi los mismos ingredientes, las mismas cantidades y los materiales a usar, nos mostrará la forma de preparase, el tiempo que toma, la forma como ponerlo en el plato y tal vez hasta con qué acompañarlo, todo esto sin considerar los elementos con que cada uno cuenta en su cocina, ni la forma en que ha cocinado hasta ahora, se generan mil dudas…¿mi horno será igual que ese? ¿Las ollas que uso lograrán la misma temperatura? ¿los platos que usaré son de otro color, se verá igual de bonito?, es muy cierto, difícil es encontrar una receta que muestre como preparase con los materiales que ya tenemos como base y luego nos invite a buscar otros ingredientes o materiales que queramos agregar.
Es aquí en donde nuestro “hijo” necesita una guía y nosotros necesitamos una estructura que nos permita ver por donde va, por donde se mueve y hacia dónde se debe dirigir. Esa estructura, es la base de una empresa y se denomina MODELO DE NEGOCIOS. Lo más probable es que lo primero que aparece Si buscamos en internet esta frase, serán definiciones como “un modelo de negocios describe las bases sobre la que una empresa proporciona y capta valor” o “representación abstracta de una organización, ya sea de manera textual o gráfica, de todos los conceptos relacionados, acuerdos financieros, y el portafolio central de productos o servicios que la organización ofrece y ofrecerá con base en las acciones necesarias para alcanzar las metas y objetivos estratégicos.” Ellos tienen razón, esas dos definiciones son correctas y acertadas, el problema acá es ¿Cómo llevo a cabo esto en la realidad de mi empresa? ¿Cómo esto puede ayudar a mi “hijo”? se hace necesario entender como es tu hijo, lo que estás haciendo con él, donde está en este momento, donde quieres que vaya, y por supuesto, que es necesario cambiar o agregar para que siga en la misma dirección o tal vez si es mejor, en una diferente.
Entonces, vemos con claridad de que lo que debemos tener en nuestra mano, para tocarlo, verlo, entenderlo y apropiarnos de nuestro negocio, es un MODELO DE NEGOCIOS. Un lugar en donde podamos fácilmente tener la explicación de como funciona nuestra empresa, que ofrece y a quienes, como se hace, a quien se necesita para esto, cuanto se gasta y otros datos que la organización debe conocer y entender para tener un lenguaje común que permita empezar de manera correcta o continuar de la mejor manera si ya se ha iniciado.